Una reflexión que me identifica
Nadie  puede decir que estaba preparado para recibir un hijo con autismo y  mucho menos  que estaba instruido en el tema y listo para sacarlo adelante. Son  juegos que el  destino pone frente a nosotros y que en la incomprensión de los mismos,  tienen  una razón de ser. Cualquiera puede sacar adelante a un niño regular,  pero sólo  aquellos escogidos tendrán el temple suficiente para que Dios los  considere y  les dé ese reto.
La  vida es una serie de tropiezos y aciertos que todos cometemos donde lo  que nos  diferencia a unos de otros es la sabiduría que tengamos para captar las  enseñanzas que nos brinda la experiencia y ver nuestro futuro no como un   calvario sino como una nueva gama de oportunidades para descubrir y  enriquecernos.

 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario